

Lo llamaron Lyokha, y estaban desconcertados por los rasgos que presentaba, más propios de un lobo que de un humano, tenía uñas como garras, dientes afilados y caminaba como un lobo. Lyokha fue identificado como un niño de aproximadamente diez años de edad, pero se desconoce su origen ya que escapó del hospital a las 24 horas de ser ingresado. La opinión popular sugiere que los padres de Lyohka lo abandonaron en el bosque y que fue rescatado por los lobos.